Fecha: 1891.
Expuesto en: Museo de Orsay en Paris, Francia.
Tamaño: 180 x 148 cm.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Seurat representa el circo, con su atmósfera festiva, tema frecuentado en esos mismos años 1880 por otros autores como Renoir, Degas y Toulouse-Lautrec. El artista lo trata con la técnica puntillista, en un cuadro en el que predomina el color amarillo. Además, redujo su paleta a cuatro colores principales, con sus tonos intermedios, en estado puro; predominan el amarillo y el violeta, complementarios. Usaba esos colores en estado puro, mediante pequeños toques yuxtapuestos que se fundían en la retina del espectador. Es la última obra de Seurat, empezado un año antes de morir de difteria. Realizó numerosos bocetos para esta obra y la dejó incompleta. Fue adquirido por Paul Signac que luego la revendió al coleccionista estadounidense John Quinn, con la promesa de dejarlo al Museo del Louvre. Deseaba describir los contrastes de color en la pista del Circo Fernando, así como la diferencia entre la línea curva del escenario y las gradas rectas. En estas gradas retrata a las distintas clases sociales: los pobres arriba, los ricos abajo. En el centro de la pista hay un payaso que lanza el movimiento del carrusel. El caballo imprime dinamismo y movimiento a la obra. La obra fue expuesta, aunque no estuviera terminada, en el séptimo Salón de los Independientes y durante el tiempo de la exposición murió Seurat.
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