miércoles, 14 de marzo de 2012


Postimpresionismo es una expresión histórica-artística que se aplica a los estilos pictóricos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX posteriores al impresionismo. El término Postimpresionismo fue acuñado por el crítico británico Roger Fry, quien en 1910 organizó en Londres una exposición sobre pintura francesa de finales del siglo XIX que tituló “Manet y los Postimpresionistas”. Los artistas que mejor representados estaban en dicha exposición fueron Cézanne, Gauguin y Van Gogh. Fry reconocía que “Postimpresionismo” era un nombre bastante impreciso, ya que estos artistas sólo tenían en común una ambigua relación con el Impresionismo, del que parten para tratar de superarlo por diversos caminos. Sin embargo, el término hizo fortuna, y su uso se ha extendido desde entonces para referirse a artistas que, partiendo del Impresionismo, tratan de superar sus planteamientos expresivos, como Paul Cézanne, Paul Gauguin o Vincent Van Gogh.

Los Postimpresionistas continuaron utilizando colores vivos, una aplicación compacta de la pintura, pinceladas distinguibles y temas de la vida real, pero intentaron llevar más emoción y expresión a su pintura; englobando diversos estilos personales planteándolos como una extensión del impresionismo y a la vez como un rechazo a las limitaciones de éste. Varios artistas partiendo del impresionismo derivan hacia una pintura personal, teniendo como principales características la recuperación de la importancia del dibujo y la preocupación por captar no sólo la luz sino también la expresividad de las cosas y de las personas iluminadas. Aunque los Postimpresionistas basaron su obra en el uso del color experimentado por los impresionistas, reaccionaron contra el deseo de reflejar fielmente la naturaleza y presentaron una visión más subjetiva del mundo.

El Postimpresionismo es importante en la Historia del Arte porque, con sus innovadores propuestas abren el camino de la renovación pictórica que trajeron los movimientos artísticos de vanguardia. El Fauvismo, Cubismo o Expresionismo no se pueden entender sin la influencia de los Postimpresionistas.

Los girasoles

Autor: Vincent Van Gogh.
Fecha: 1888.
Expuesto en: Galería Nacional de Londres.
Tamaño: 93 x 72 cm.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
 
Los girasoles es una serie de cuadros al óleo realizados por el pintor holandés Vincent Van Gogh. Su casa en Arles tenía la fachada pintada de amarillo; eso, junto con el ardiente sol mediterráneo del sur de Francia, le inspiraron para elaborar esta serie. Las pinturas muestran girasoles en todas las etapas de su vida, desde plenamente en flor hasta que se marchitan. Los cuadros fueron innovadoras en el uso de todo el espectro del color amarillo, el autor emplea una gama cromática conjunta con naranjas, ocres, marrones, beiges. El color está aplicado con pinceladas fuertes, agresivas, en pequeños toques salteados, destacando la plasticidad de la pintura, que crea un fino relieve en la tela para dar volumen a los girasoles. Para resaltar el amarillo y el naranja, emplea verde y azul cielo en los contornos, creando un efecto de suave intensidad lumínica. Los 14 girasoles en el Jarrón, es el más famoso cuadro de la serie de naturalezas muertas del artista. Lo pintó en Arles mientras esperaba la llegada de Gauguin con la intención de que decorará el cuarto de huéspedes que preparaba para su amigo. Para Van Gogh el amarillo de las flores representaba la amistad y la esperanza, mientras que la forma de abrirse “simbolizaba la gratitud”. El cuadro está realizado con la técnica del “empaste”, que produce sorprendente efecto tridimensional, como si los colores surgiesen de la tela.

El dormitorio de Van Gogh en Arles

Autor: Vincent Van Gogh.
Fecha: 1888.
Expuesto en: Museo Van Gogh en Ámsterdam, Países Bajos.
Tamaño: 72 x 90 cm.
Técnica: Óleo sobre lienzo.

El presente cuadro es una de las más exitosas obras del artista. Hay tres versiones similares, que se distinguen con facilidad entre ellas por los cuadros que hay a la derecha de la pintura. El dormitorio representa aquello que su propio nombre indica, su dormitorio, aquel en el que habitó durante su estancia en la casa amarilla. Van Gogh pretendía transmitir la idea de descanso y sueño, a partir del uso de tonos verdosos y azulados. Reforzaría esta idea la composición pictórica que se encuentra sobre la cama y la escasez de objetos de la habitación, ordenada y limpia. A pesar de la intención del artista de dar una sensación de tranquilidad, el resultado es más bien un sentimiento de angustia debido a la gruesa línea que rodea los objetos, los colores puros y privados de sombras, y las paredes inclinadas, reforzando la extraña perspectiva de la pintura. El autor consideraba que era la mejor obra realizada durante su estancia en Arles.

En la playa, Mujeres de Tahití

Autor: Paul Gauguin.
Fecha: 1891.
Expuesto en: Museo de Orsay en Paris, Francia.
Características: 69 x 91 cm.
Técnica: Óleo sobre lienzo.

En este lienzo, la composición da lugar a una obra de gran vigor y sencillez. Estas “Dos mujeres tahitianas en la playa”, son las protagonistas del cuadro, con sus cuerpos macizos y voluminosos. Es difícil explicar la actitud de las dos mujeres, evidentemente enigmática. A pesar de estar sentadas cerca una de la otra, cada una de ellas está concentrada en sus propios pensamientos. El silencio parece dominar toda la escena. Una de las jóvenes viste la falda decorada a la moda indígena que llamó tanto la atención al artista. Buscando lo primitivo, Gauguin ha llegado hasta la Polinesia para descubrir esos rostros duros, no exentos de belleza, que pueblan sus lienzos y que aquí contemplamos. El colorido se ha hecho muy vivo, empleando una gama cálida que anima la escena. Las tonalidades son aplicadas de manera plana, introducidas en los espacios que dejan libres las marcadas líneas de los contornos.

Jinetes en la playa

Autor: Paul Gauguin.
Fecha: 1902.
Colección: Familia Niarchos.
Características: 73 x 92 cm.
Técnica: Óleo sobre lienzo.

Nada mejor que relajarse en la playa de una isla tropical, ¿Verdad? ¿O tal vez prefieres un día en las carreras? Sea lo que sea, Jinetes en la Playa, de Gauguin (1902) lo tiene. En esta especie de tributo a las pinturas de carreras de Degas, Gauguin ha representado a los jinetes en una playa aparentemente infinita. Toda la pintura está impregnada del melancólico sentimiento de una despedida, como prediciendo la muerte del propio artista pocos meses después: los jinetes se aproximan tranquilamente hacia la costa, donde una ola rompiente marca el límite entre la tierra y el mar, o entre la vida y la muerte, de donde dos misteriosos y coloridos espíritus han aparecido, quizás para acompañar a los vivos en su último viaje. La hermosa y colorida obra es el testamento pictórico de Gauguin y un elocuente cántico a la vida polinesia.

Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte

Autor: Georges Seurat.
Fecha: 1884.
Expuesto en: Instituto de Arte en Chicago, Estados Unidos.
Tamaño: 207,6 × 308 cm.
Técnica: Óleo sobre lienzo.

Es un cuadro del pintor francés Georges Seurat, considerado por muchos una de las pinturas más relevantes del Siglo XIX. La isla de la Grande Jatte se encuentra en el río Sena, en París. Seurat pasó dos años pintando el cuadro, concentrándose escrupulosamente en el paisaje del parque. Se sentaba a menudo en los jardines y hacía numerosos bocetos de las distintas figuras a fin de perfeccionarlas. Puso especial cuidado en el uso del color, luz y formas. Basado en el estudio de la teoría óptica del color, contrastó puntos minúsculos de color que, a través de la unificación óptica, forman una figura coherente en el ojo del observador. Creía que esta forma de pintura, conocida luego como puntillismo, haría los colores más brillantes y fuertes que pintados a pinceladas. Para hacer la experiencia aún más realista, rodeó el cuadro con una trama de puntos que a su vez limitó con un marco simple de madera clara, de esta forma se exhibe actualmente.

El Circo

Autor: Georges Seurat.
Fecha: 1891.
Expuesto en: Museo de Orsay en Paris, Francia.
Tamaño: 180 x 148 cm.
Técnica: Óleo sobre lienzo.

Seurat representa el circo, con su atmósfera festiva, tema frecuentado en esos mismos años 1880 por otros autores como Renoir, Degas y Toulouse-Lautrec. El artista lo trata con la técnica puntillista, en un cuadro en el que predomina el color amarillo. Además, redujo su paleta a cuatro colores principales, con sus tonos intermedios, en estado puro; predominan el amarillo y el violeta, complementarios. Usaba esos colores en estado puro, mediante pequeños toques yuxtapuestos que se fundían en la retina del espectador. Es la última obra de Seurat, empezado un año antes de morir de difteria. Realizó numerosos bocetos para esta obra y la dejó incompleta. Fue adquirido por Paul Signac que luego la revendió al coleccionista estadounidense John Quinn, con la promesa de dejarlo al Museo del Louvre. Deseaba describir los contrastes de color en la pista del Circo Fernando, así como la diferencia entre la línea curva del escenario y las gradas rectas. En estas gradas retrata a las distintas clases sociales: los pobres arriba, los ricos abajo. En el centro de la pista hay un payaso que lanza el movimiento del carrusel. El caballo imprime dinamismo y movimiento a la obra. La obra fue expuesta, aunque no estuviera terminada, en el séptimo Salón de los Independientes y durante el tiempo de la exposición murió Seurat.

El puente de Maincy

Autor: Paul Cézanne.
Fecha: 1882-85.
Expuesto en: Museo de Orsay en Paris, Francia.
Tamaño: 58,5 x 72,5 cm.
Técnica: Óleo sobre lienzo.

Paul Cézanne es considerado el padre del arte moderno, sus paisajes se diferencian claramente del resto de pintores impresionistas. En ellos las tonalidades se hacen más oscuras y la pincelada rápida convierte el lienzo en una serie de facetas que, a priori, parecen anticipar la pintura abstracta. Sin embargo, observando atentamente aparecen las formas del puente perfectamente modeladas a través de manchas de color, encontrándonos con unos bellos reflejos en el agua. El espeso follaje del bosque que rodea al puente provoca esta casi ausencia de iluminación. En su deseo por recuperar la forma, Paul recurre a marcar los contornos con gruesas líneas, recurso que también empleará Gauguin. Con estos paisajes, Cézanne empezará a cosechar sus primeros éxitos, ganándose la admiración de algunos críticos.

Ramo de flores en un florero azul

Autor: Paul Cézanne.
Fecha: 1873-75.
Expuesto en: Museo del Hermitage en San Petersburgo, Rusia.
Tamaño: 56 x 46 cm.
Técnica: Óleo sobre lienzo.

A finales del año 1872 Cézanne se traslada a Auvers-sur-Oise, pueblecito cercano a París donde permanecerá hasta la primavera de 1874. Allí convivirá con el doctor Gachet, médico vinculado con los impresionistas que será inmortalizado por Van Gogh. Durante esta estancia realizará algunos cuadros con jarrones repletos de flores, que la esposa del doctor le cortaba y preparaba en jarrones de cerámica de Delft.
El florero se presenta ante una pared amarilla, sobre una mesa de tonos marrones, eludiendo cualquier referencia espacial extra. Un potente foco de luz baña todo el conjunto, resaltando las tonalidades verdes, azules, amarillas, rojas o blancas que configuran el ramo. La influencia de Fantin-Latour se deja ver en el motivo pero la pincelada abocetada es una evidente muestra de la admiración del maestro de Aix hacia Manet.